20100516


Durante el virreinato de Francisco de Toledo, la moneda era escasa en el Perú, hecho que hace que vuelva a ponerse corriente la plata sin sellar. Toledo impuso una serie de ordenanzas sobre la plata, cuidando el cobro del quinto real, sobre el valor de las barras de plata que aún se negociaban, así como la equivalencia de los productos en que los indios pagaban sus tributos.

Desde 1545 hasta el tiempo de Toledo, “la mina de Potosí reunió 76 millones de pesos legalmente declarados, pero la amonedación no cubrió las necesidades del virreinato. La moneda potosina era muy imperfecta por lo que el valor del peso era avaluado muy diversamente. Algunos valían 13 y un cuartillo, otros podían valer 12 y un cuartillo”.[1] La solución a este problema lo encontró el virrey conde de Alba de Aliste, quien consideró que Toledo había cometido un error al suprimir la Casa de la moneda en Lima para establecerla en Potosí, por lo que la reabrió para tener la institución más cerca de la autoridad virreinal.

Una nueva crisis monetaria ocurre en 1776 cuando surge una violenta migración de moneda, el cual ocasiona un déficit de cerca de 8 millones de pesos de circulante y un trastorno en el comercio.[2] Es en este momento, en el cual se comienza a pensar sobre emitir, por primera vez, papel moneda o moneda de calderilla. Sin embargo, las personas no entendían el rol del papel moneda, el cual podía ser la base de un sistema adecuado y sano al igual que cualquier otra base puramente metálica.

Al llegar la república, la crisis económica que presentaba el país hizo que no hubiera plata ni oro debido al quiebre de varias minas. Por ello, San Martín propone una solución que se tomaría forzosamente ante tal circunstancia: utilizar el papel moneda.
Es así que, “en diciembre de 1821, se imprimen los primeros billetes de cartón de 2 y 4 reales y 1 peso”.[3]

En ese tiempo, se funda el Banco Auxiliar del papel moneda, y se le explica a la población que el circulante de billetes solo sería temporal y que sucumbiría en un plazo de 2 años como máximo, el cual era el tiempo estimado para consolidar la independencia. A pesar de ello, esta situación fue repudiada por los peruanos que estaban acostumbrados a la moneda “sonante” y que pensaban que era una nueva forma gubernamental para quitarles sus caudales, es por ello se resistieron a recibir los billetes. Para contrarrestar este sentimiento de repudio, el gobierno publicó pronunciamientos para tranquilizar a la población, no obstante, no hubo el resultado esperado.

A consecuencia de ello, el Congreso Constituyente, a través de la Resolución del 19 de noviembre de 1822, autorizó el rescate de los billetes, canjeándolos por monedas de cobre. No obstante, este hecho no ayudaba a solucionar el problema de escasez a causa del incumplimiento de los deudores. Por ello, el gobierno, mediante el decreto del 31 de enero de 1823, se dispuso la circulación obligatoria del billete, el cual decía que “la persona que se rehusara a aceptar el billete, tendría que pagar una multa equivalente a diez veces más su valor.”[4] Se impuso un gran número de multas y como la mayoría de los multados estaban prácticamente quebrados, fueron llevados a las cárceles.

Sin embargo, en junio de 1823, “el ejército español, al instalarse en Lima, repudian los billetes, signo de la autoridad independiente, ello provocó su total extinción de los billetes”.[5] Asimismo, el Banco Auxiliar del papel moneda también desapareció a menos de 2 años de haberse fundado.

Existieron mas intentos por introducir de nuevo los billetes de papel, como en 1863, sin embargo, los peruanos seguían recordando la mala experiencia anterior. Por ello, el gobierno de esa época tuvo que ordenar la quema de estos billetes, para que así las personas pudieran comprobar la eliminación física de estos.

Es recién en 1914, con el gobierno de José Pardo Barreda, cuando vuelven a emitirse los billetes. Cabe recalcar que, para evitar el rechazo de estos, el gobierno decidió llamarlos cheques circulares, insertándolos dentro de la economía peruana.
[1] Cfr. DARGENT,Eduardo 1988:72-74
[2] Cfr. ROMERO,Emilio 2006: 204
[3] Cfr. http://elcomercio.pe/edicionimpresa/Html/2008-07-27/la-cara-y-sello-independencia.html
[4] Cfr. http://www.hechohistorico.com.ar/Archivos/America_I/tesorillo/2415.htm
[5] Cfr. http://www.bcrp.gob.pe/docs/Proyeccion-Institucional/Seminarios/2008/Conferencia-04-2008-Alvarez.pdf

20100515

integrantes

seccion:v101

miembros del grupo:

-leyla montes de oca fernandez
-andrea graham hurtado
-ruben mircin ramirez
-david tuesta urquizo
-eduardo montoya puscan